Creamos un sistema donde microorganismos especializados transforman biomasa en hidrógeno, sin necesidad de electricidad ni grandes infraestructuras.
A diferencia de la electrólisis, que requiere agua pura y energía intensiva, nuestra tecnología utiliza residuos orgánicos como fuente y prescinde del consumo eléctrico externo.
Este enfoque reduce emisiones, simplifica la producción y democratiza el acceso al hidrógeno verde, impulsando una transición energética más inclusiva y sostenible.